El sistema SATE
El sistema de aislamiento térmico por el exterior, conocido como SATE, es un sistema constructivo pensado para la ejecución de la envolvente térmica exterior de los cerramientos verticales que conforman la vivienda.
¿Qué es el sistema de fachada SATE?
El sistema de aislamiento térmico por el exterior, conocido como SATE, es una forma de construcción diseñada para mejorar el aislamiento térmico de las paredes exteriores de una vivienda. Este método implica colocar paneles aislantes en la parte exterior de las paredes verticales para formar la envoltura térmica de la casa. La instalación se realiza desde afuera, creando así una envoltura térmica continua sin puntos débiles en las paredes. Esto proporciona un aislamiento significativo y propiedades excepcionales tanto térmicas como acústicas para las paredes de la vivienda.
Es importante destacar que el sistema SATE cumple con las normativas europeas y estatales en cuanto a protección contra incendios, salud y eficiencia energética. Estas normativas son cada vez más rigurosas en términos de requisitos de eficiencia térmica, y el sistema SATE es una excelente opción para cumplir con estas regulaciones.
Es fundamental que su aplicación sea realizada por empresas especializadas y homologadas, ya que existen pasos, recomendaciones y obligaciones específicas para garantizar el correcto funcionamiento de estos sistemas.
Características del SATE
El aislamiento exterior de fachadas mediante el sistema SATE destaca por sus beneficios en eficiencia energética. Este enfoque logra altos niveles de eficiencia, mejorando los certificados de la vivienda y optimizando tanto las propiedades térmicas como acústicas de las estructuras del edificio. Además, este sistema renueva completamente la apariencia y diseño exterior de la vivienda.
El sistema SATE brinda a las fachadas una excelente capacidad de aislar térmicamente, siendo impermeable a la lluvia y al mismo tiempo permitiendo la difusión del vapor. Esta característica lo convierte en un método constructivo que facilita la expulsión del agua, al tiempo que mantiene propiedades térmicas excepcionales.
Al dotar a la fachada de estas cualidades, se mejora la circulación del aire en las paredes, lo que se traduce en resultados excepcionales en el interior de las habitaciones en términos de temperatura, humedad relativa y prevención de la formación de moho.